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Proteínas vegetales y seguridad alimentaria, una tendencia en auge

La población actual está cambiando de hábitos alimenticios. Cada vez son más las personas que apuestan por el consumo de productos vegetales en sustitución a la carne y lo hacen por diversos motivos: medio ambiente, salud, entre otros.

La comercialización de nuevas alternativas a la carne también requiere un control exhaustivo: un etiquetado correcto, una buena conservación de los alimentos y un estudio de los posibles alérgenos de estos productos. En Proacciona, consultoría de seguridad alimentaria en Barcelona somos expertos en llevar a cabo la evaluación de la producción y comercialización segura de productos alimentarios.

¿A qué nos referimos con proteína vegetal?

La proteína vegetal es aquella que proviene de fuentes vegetales. Los productos más populares son la soja, las legumbres (garbanzos, alubias, lentejas o cacahuetes), frutos secos (pistachos, nueces…), semillas y/o algunos cereales como la quínoa. Estos alimentos son fuentes de proteína completa, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales.

No obstante, las proteínas vegetales presentan una digestibilidad menor frente a la proteína de origen animal, pero puede mejorarse con técnicas como la germinación, la cocción o el remojo. Una dieta basada en vegetales bajo supervisión de un profesional cubre sin problemas las necesidades proteicas de una persona. Además, un mayor consumo de vegetales está relacionado con una alimentación saludable.

Cultura de seguridad alimentaria

Proteína vegetal y salud: ¿por qué crece esta industria?

Según diferentes estudios, la ingesta de vegetales y la disminución del consumo de carne están asociados a un menor riesgo de mortalidad y de problemas cardiovasculares.

Una investigación de 2016 realizada por el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard (EEUU), analizó dos estudios con una muestra de más de 150 mil personas para determinar si existe una asociación entre el consumo de carne roja y una alta mortalidad.

El estudio determinó que la sustitución de un 3% de las proteínas animales por proteína vegetal se asociaba a la disminución de riesgo de muerte cardiovascular entre un 10 % y un 12%.

Como conclusión, los investigadores apuntaron a la necesidad de incrementar el consumo de alimentos ricos en proteína vegetal y reducir el consumo, sobre todo, de carne roja. Mingyang Song, el responsable del estudio afirmó: “La gente debe considerar comer más proteínas vegetales que proteínas de origen animal, y entre las animales, las de pescado y pollo son probablemente la mejor opción”.

Otro estudio reciente liderado por el departamento de Salud de Johns Hopkins de Baltimore (EEUU) consideró que las dietas basadas en una alimentación vegetal están asociadas a un menor riesgo de padecer enfermedades vasculares en la población adulta estadounidense.

Sin embargo, la aparición de nuevos productos proteicos de origen vegetal no está exenta de riesgos alimentarios, por lo que es fundamental controlar la producción y distribución de este tipo de productos.

Cultura de seguridad alimentaria

Control de las proteínas vegetales

Es importante mantener una evaluación de determinados aspectos como la presencia de alérgenos (soja o cacahuete entre otros) y tener presente las normativas en materia de nuevos artículos alimentarios.

En este sentido, en 2018 entró en vigor un nuevo reglamento de la Unión Europa sobre nuevos alimentos. Desde entonces, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha registrado un incremento en las solicitudes de evaluaciones a nuevos productos, de las cuales aproximadamente el 10% corresponden a las proteínas vegetales.

Ya existen diferentes productos vegetales que se consideran “seguros” desde un punto de vista alimentario. Por ejemplo, desde octubre de 2021 se comercializa de forma segura en Europa una proteína vegetal que sustituye al huevo, aprobada por la EFSA.

Por otro lado, es de vital relevancia tener presente que muchos de estos productos están hechos con legumbres, frutos secos o soja, tres de los alimentos que más alergias alimentarias causan a la población mundial. Por ello, hace falta una revisión constante durante la producción de estos artículos alimentarios.

Ante esta tendencia en auge es importante tener controladas las diferentes fases de producción de alimentos y los procesos de producción para evitar la contaminación en los productos. Por ello, es interesante contar con nuestro servicio de APPCC. La consultoría de APPCC permite tener bajo control los procedimientos de la cadena alimentaria, tener un plan de higiene, asesoramiento continuo, propuestas de mejoras, entre otros aspectos. Además,Proacciona también puede ayudarte a tramitar el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA) para nuevos alimentos de este cariz.

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